Emigración
Desde mi ventana veo llover. Es agosto y las gotas caen sobre el polvo como higos podridos.
Hace calor y los pájaros se agrupan ejerciendo el derecho a emigrar. Lo hacen por necesidad. El invierno les mataría, al igual que el hambre, a nuestros vecinos de las pateras. Muchos de estos pájaros, tampoco volverán.
Pobres golondrinas que dejan sus nidos y vuelan hacia la libertad.
Para ellas es la primavera, para nosotros poder amar, vivir en paz, sin guerras. Un buen desayuno y alguien con quien desayunar.
Desde mi ventana veo llover. Las gotas resbalan sobre las verdes hojas como lágrimas sobre la piel.
Tan inhumanos somos que dejamos morir si nosotros no lo vemos.
¡A gritos nos llaman!, ¡nos llaman a gritos!
¿Oíste algo?
No oigo nada.
Hace calor y los pájaros se agrupan ejerciendo el derecho a emigrar. Lo hacen por necesidad. El invierno les mataría, al igual que el hambre, a nuestros vecinos de las pateras. Muchos de estos pájaros, tampoco volverán.
Pobres golondrinas que dejan sus nidos y vuelan hacia la libertad.
Para ellas es la primavera, para nosotros poder amar, vivir en paz, sin guerras. Un buen desayuno y alguien con quien desayunar.
Desde mi ventana veo llover. Las gotas resbalan sobre las verdes hojas como lágrimas sobre la piel.
Tan inhumanos somos que dejamos morir si nosotros no lo vemos.
¡A gritos nos llaman!, ¡nos llaman a gritos!
¿Oíste algo?
No oigo nada.