Dia de invierno
Domingo por la tarde. La niebla baja y espesa destaca más, si cabe, la oscuridad invernal. Humedad en el ambiente y resaca en el alma. Los ojos caídos por la falta de sueño no sobreviven más que a duras penas, otra falta de oscuridad.
"Esta niebla no me gusta", pienso. Es como un manto pesado y negro que no deja ver la hermosura con claridad.
Hace frió y llovizna. Las losas de las casas reviven su verdor, su musgo aletargado, y los troncos de los árboles esqueléticos, se vuelven resbaladizos.
Me recuerda a una peli de terror, de miedo. El castillo de drácula y los lobos avanzando sobre la niebla, en busca de su presa, de carne, de sangre fresca. La soledad en el bosque, el silencio roto por momentos y saber que tu eres la presa.
El miedo hacia lo desconocido y la ceguera inmensa de la niebla. "¡Que salga el sol!", gritas, y esa falta de saber nos mete más en la niebla.
Esperemos que mañana salga el sol.
"Esta niebla no me gusta", pienso. Es como un manto pesado y negro que no deja ver la hermosura con claridad.
Hace frió y llovizna. Las losas de las casas reviven su verdor, su musgo aletargado, y los troncos de los árboles esqueléticos, se vuelven resbaladizos.
Me recuerda a una peli de terror, de miedo. El castillo de drácula y los lobos avanzando sobre la niebla, en busca de su presa, de carne, de sangre fresca. La soledad en el bosque, el silencio roto por momentos y saber que tu eres la presa.
El miedo hacia lo desconocido y la ceguera inmensa de la niebla. "¡Que salga el sol!", gritas, y esa falta de saber nos mete más en la niebla.
Esperemos que mañana salga el sol.
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